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273 personas participaron de nuestra encuesta nacional sobre sus experiencias en consultorios de Ginecología y Obstetricia en Bolivia. Nuestro principal objetivo es visibilizar una problemática que suele estar fuera del debate público y promover la investigación al respecto, compartiendo nuestros principales hallazgos y nuestra base de datos libremente.

Para esta encuesta nacional diseñamos un instrumento de recolección de datos inspirado en el trabajo Escala de violencia ginecológica. Validación de una medida de abuso psicológico, físico y sexual contra las mujeres en el sistema de salud chileno.

Este antecedente, probado con buenos resultados en Chile, tiene un modelo de preguntas que replicamos con algunas variaciones en la redacción. Así como la adición de otras consultas demográficas y epidemiológicas.

Sin embargo, este no es un trabajo académico, solo busca un acercamiento periodístico a la temática. También es nuestra intención compartir estos hallazgos como referencia para personas con mayor experticia y especialización.

Detalles técnicos y demográficos

En total, realizamos 23 preguntas, en una muestra no probabilística recogida entre el 27 de junio y el 27 de julio de 2023. La encuesta se difundió a través de plataformas digitales y fue respondida por 273 personas.

Nuestra encuesta, considerando una población total de 856,530 personas que asistieron a consultas ginecológicas u obstétricas durante 2022, tiene un nivel de confianza del 95% y un margen de error del 6%.

Los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz son los que tienen mayor representación en la muestra. 235 del total de las participantes tienen entre 18 y 39 años, que son también los grupos etarios con mayor cantidad de consultas ginecológicas y obstétricas registradas en el SNIS durante 2022.

91 de las 273 personas encuestadas se identificaron con un pueblo indígena o como afrodescendientes. 12 se identificaron como parte de las diversidades sexogenéricas.

La mayoría de las participantes asistieron a consultas de ginecología y obstetricia en clínicas u hospitales privados (incluyendo centros especializados en salud sexual y reproductiva). 114 se atendieron en Cajas de Salud y servicios de salud públicos (postas y hospitales).

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Análisis de los resultados sobre las experiencias en consultorios de Ginecología y Obstetricia

Siguiendo el trabajo Escala de violencia ginecológica. Validación de una medida de abuso psicológico, físico y sexual contra las mujeres en el sistema de salud chileno, consideramos tres dimensiones de violencia: psicológica, física y sexual.

Asimismo, para la operacionalización del instrumento de medición, considerando estas tres dimensiones, se abordaron también tres categorías teóricas alrededor de lo que se entiende por violencia ginecológica y obstétrica:

    1. «Violencia que naturaliza la relación de subordinación médico-paciente (cinco ítems que incluyen la denegación de información, los comentarios irónicos y las formas de violencia referidas a retos o infantilización de la paciente)».
    2. «Violencia psicológica o física referida al cuerpo (cinco ítems referidos comentarios impertinentes o acciones referidos al cuerpo de la paciente, incluida la excesiva medicalización del mismo)».
    3. «Formas de violencia con connotación sexual explícita (tres ítems referidos a acciones que constituyen formas explícitas de violencia sexual hacia las mujeres en el ámbito ginecológico)».

Las consultas referidas a la evaluación de estas dimensiones se realizó a través de una escala de Likert con cinco opciones que iban de «Definitivamente esto me ocurrió» hasta «No describe para nada lo que me ocurrió».

Violencia verbal

Poco más del 50% está segura o siente que pudo haber recibido comentarios irónicos, descalificadores, burlones o de juzgamientos sobre tu vida sexual durante sus experiencias en consultorios de Ginecología y Obstetricia.

En detalle, cuatro de cada 10 mujeres en la encuesta dicen que “definitivamente” el personal médico o de enfermería hizo comentarios irónicos, descalificadores, burlones o de juzgamientos sobre su vida sexual. Otro 14% considera que “no está segura” pero que sí pudo haberle ocurrido.

Pese a que el porcentaje es relativamente bajo (21.6%), hay mujeres que sienten haber recibido comentarios inapropiados, de índole sexual, referidos a tu cuerpo y/o genitales de parte del personal médico o de enfermería.

Un porcentaje similar (19.1%), considera que recibió amenazas del personal sanitario que la atendió.

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Denegación de acceso a información

Uno de los principales problemas identificados recae en la falta de información o la atención inadecuada frente a las preguntas. Vulnerando los derechos del paciente según la ley 3131.

Seis de cada 10 mujeres consideran que el personal médico o de enfermería no atendió apropiadamente tus preguntas o consultas. El porcentaje asciende a un 73.3% si consideramos a las pacientes que no están seguras, pero “creen que sí” les ocurrió.

De la misma manera, seis de cada 10 mujeres están definitivamente seguras o presumen que el personal médico o de enfermería les brindó información equivocada. O que les limitaron su acceso a información sobre su diagnóstico, medicación o procedimiento.

Dos de cada 10 mujeres dicen que le personal sanitario solicitó la aprobación o “permiso” de su pareja para realizar ciertos procedimientos. Según los testimonios, recogidos en la misma encuesta, estas autorizaciones suelen requerirse, especialmente, en el momento en el que las mujeres deciden ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.

Violencia física

Prácticamente la mitad de las mujeres encuestadas (49.5%) considera que el personal médico o de enfermería menospreció o desestimó su situación de dolor al momento de la consulta.

Además, tres de cada 10 consideran que le realizaron procedimientos que le provocaron dolor de forma intencional o por falta de cuidado.

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Violencia sexual

Tres de cada 10 mujeres está completamente segura o cree que sí pudieron haberle realizado tactos o “tocamientos” inapropiados que vulneraban su intimidad.

El 12.8% de las encuestadas siente que “definitivamente” experimentó violencia sexual de algún tipo durante su consulta. Además, un 8.1% “no está segura, pero cree que sí le ocurrió”. Es decir, dos de cada 10 mujeres que asisten a consultas ginecológicas u obstétricas experimentaron violencia sexual o sienten que pudieron haber sido víctimas.

Finalmente, alrededor del 35% de las encuestadas sintió que vulneraron su privacidad respecto a su diagnóstico o los procedimientos a los que se sometió.

Descarga la base de datos aquí